domingo, 27 de septiembre de 2020

Palmira, la gaviota


 

Aquella gaviota, de nombre Palmira,  decidió tomarse un respiro, merecidamente ganado, tras su larga caminata por el borde del malecón. Algo sedienta, a causa de un boquerón ingerido, arrugaba su gaznate. Buscaba algún recipiente con agua fresca donde rebozar el pico, y de paso, atisbar el ambiente para echarse una siesta. Y allí, bajo un sol de justicia, escudriñó cuanto pudo ver, bajo unas palmeras muy apañadas que esperaban, con impaciencia, la visita de la bella palmípeda. Un apropiado sueño ya estaba calculado, bajo las espesuras del oasis, y sería bien aprovechado, hasta el momento de reanudar los altos vuelos, para seguir planeando por las alturas.

Canales pandémicos




En Venecia se ha notado el bajón de turistas, como en cualquier parte donde el Coronavirus se esté paseando a sus anchas. En los canales navegan menos góndolas, y las que flotan, esperan a ser ocupadas por alguien que quiera disfrutar de un paseo. Alguna que otra embarcación de recreo puede verse, y escucharse, con más claridad que de costumbre, pues el silencio se está instaurando hasta más allá del agua, por la falta de movimiento. Las pizzerías no tienen demasiada vida, a pesar del increíble aroma que se escapa de las que aún funcionan, y la escasez, en todas sus formas, planea aviesamente.

Este año 2020 es de lo más repugnante, y todavía queda por sufrir, hasta que la última campanada caiga. Y después, ya veremos, porque esta ristra de calamidades continuará, lo más probable, en 2021. Pero no dejemos que el abatimiento se apodere de nosotros, porque si eso ocurre, iremos en picado.

 

sábado, 5 de septiembre de 2020

En calma


En calma, el domingo susurra pinceladas de un suave tintero de rocío. La mañana anuncia silencio, y en mitad del camino, unas almas limpias me observan, ajenas al mundo. 

Arriba


 

Y los niños se preguntaron dónde comenzaba todo. Los planetas giraron, las estrellas se encendieron, y el cielo, con su cántico, explotó de júbilo. 

Lobo


 

El lobo cruzó el umbral, y todo cobró un sentido.

Más allá


Más allá de los sueños, en alguna parte entre el deseo y la realidad, existe un hilo de cordura que nos ata al mundo. Queramos o no, nuestros caminos habrán de ser recorridos, hasta que llegue el instante, inequívoco e irremediable, de aguardar en la orilla la llegada del barquero. Vive hoy. No esperes a mañana.
 

Aventura


 

La vida en sí misma es una aventura, intrépida, desbordante, a veces excéntrica, y casi siempre una incógnita. No esperes a mañana para embarcar tus sueños hacia un puerto mejor.

Confesiones a la luna


Cuántas veces habremos hablado a solas con ella, con la luna. Sin mencionar palabra, en silencio, nuestros pensamientos, atrevidos, lanzados con fuerza hacia aquel manto de estrellas, donde el blanco satélite aguarda, en mitad de la oscura noche infinita. Cuántas veces habremos confesado lo que a nadie queremos contar. Pero ella siempre está, aunque lejos de nuestras manos, cerca de nuestras almas.

Miradas


 

Detrás de esa mirada, nada se esconde, pues la inocencia impresa en esos ojos sinceros, ya la quisiéramos tener los humanos. 

Coco - Vídeo