lunes, 9 de noviembre de 2020

Valores






Ya quisiéramos los humanos tener esa nobleza impresa en los ojos. Independientemente de la especie, ellos, los animales, nos dan cien vueltas en muchas cosas, como el comportamiento o la lealtad. El día que nos parezcamos más a ellos, habremos comenzado a evolucionar hacia un mundo mejor.
 

Sin ruido






 

Poder pasear entre el silencio,

 navegar sobre olas calladas

 o disfrutar de la niebla en calma, 

son placeres que muy pocos saben apreciar.

En silencio





El murmullo de la gran ciudad se ha desvanecido. Por ahora. 
 

Mar de arena


 

Más allá de las tormentas, donde las olas templaban tras los arrecifes, los restos de un naufragio se erguían, alumbrados tímidamente con el único farol del galeón encallado. Más lejos, una imponente atalaya asomaba entre la bruma, mostrando su importancia. El faro, extinto sobre unas rocas infranqueables, manaba de las arenas, y las nieblas, turbias y obstinadas, custodiaban los contornos.

Sosiego


 

La calma reina en estos rincones, alejados de toda desazón. Una mañana clara, con la quietud sobre el agua y el silencio en el viento, retratan y culminan un paisaje que acaricia con afecto cada hebra de césped y cada brizna de arena.

Llegada la noche


 

No muy lejano relucía aquel destello, asomando con cautela entre húmedos ramajes, al paso cansado y entristecido de la noche. La fatiga me ofrecía un instante de tregua, suficiente para advertir que, parcamente moderada, la distancia hasta aquel caserón sería vencida en breve.

Tras la primera tapia, con su vieja cancela enmohecida, Llegué hasta sus pies, rozando sus altos muros de piedra resplandeciente, sintiendo el llanto de mil fantasmas que atraían mi presencia, entreabriendo el portón de la mansión que acogía en sus entrañas al recién llegado.

Y allí encontraría la respuesta de interminables interrogantes.

Futuro incierto


 

La noche no tardó en mostrarse, y el águila, que bajó para tener diferente perspectiva, se encontró con una lumínica mariposa recadera, de aspecto brillante y prudente vuelo, que llevaba sobre ella agobiantes noticias. Desalentadas, sabían que la vida estaba cambiando, más allá de sus fronteras, y los humanos convivían con un castigo que asolaba sus caminos de manera inaudita. El alba y el ocaso entretejían niebla y lluvia, donde antes brotaba, imponente, la claridad. Y el borroso futuro, apartado de cualquier mejoría, caía vencido a los pies de la guadaña que todo lo cercena.

Coco - Vídeo