jueves, 23 de diciembre de 2021


 

Conduciendo sin destino prefijado, deseas que la vida te lleve hasta alguna buena sorpresa, siempre agradable, capaz de alegrar el día. La carretera es solitaria, y nadie se asoma por ninguna parte. Creer en algo más allá de nuestras fronteras, suele ofrecer el entusiasmo por contactar con alguna de esas célebres naves que, de vez en cuando, se dejan ver en ciertos puntos del mundo. Y no estaría nada mal poder comprobar que son reales, siempre que, claro está, vengan sin ganas de armarla.

En lugar de eso, conduces tranquilamente y, de pronto, te encuentras con una enorme naranja en mitad del asfalto. Si sales del camino podrás rodearla, pero te sientes tan atónito que ni te planteas moverte del sitio. Nada sale de ella, permaneciendo inmóvil, como disecada. No hay hombrecillos grises ni luces extrañas. Solamente una gigantesca fruta en mitad del camino que obstaculiza tu viaje. 

Al menos, si la cosa se eterniza, zumo no te faltará. Hay que ser optimista. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Coco - Vídeo