Conozco personas a las que los musicales no les gustaba. De
hecho, yo era uno de ellos, lo reconozco. Pero, con el paso del tiempo, los
gustos cambian, y menos mal. Si analizamos bien la situación, y somos
conscientes de que la música en sí misma es, y será siempre, una maravilla para
los sentidos, lo es más aún cuando alguien la dibuja frente a ti, a escasos
metros de distancia, en tiempo real, sin barreras ni cuentos chinos. El teatro
regala, como siempre digo, la cercanía, la magia y la sorpresa, entre otras
muchas cosas, y si además se adereza con buena música… no se puede pedir más.
Un grupo de genios, pues no se les puede llamar de otra
manera, se juntaron para mostrar al mundo lo que saben hacer. El resultado no
ha podido ser mejor, y la sensación de bienestar, de alegría y entusiasmo que
el público percibe, consigue evadir a cualquiera de este mundo durante toda su
representación. “Viva Broadway, el Musical” atrae, encanta y hechiza desde el
comienzo, haciendo un recorrido por los principales musicales conocidos,
poniendo las pilas incluso al más insípido. La sonrisa nos invade, la mirada se
vuelve atónita y los pies cobran vida.
Roberto Saiz, protagonista de este admirable trabajo,
encarna a Thomas Baker, quien nos llevará a través del tiempo entre numerosas
canciones y buen humor, asistido por un increíble elenco que deslumbra. “Grease”,
“Fama”, “Los Miserables”, “El mago de Oz”, “Ghost”, “Evita”, “El fantasma de la
ópera”, “Flashdance”… Un Macromusical que nos acerca los mejores musicales de
todos los tiempos.
Si aceptáis un consejo, y es de los buenos, no os perdáis
este gran espectáculo, que estará en cartel hasta el 13 de agosto, en el Teatro
Amaya de Madrid.
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